Algo no va bien...

Últimamente me he estado preguntado varias cosas sobre la dirección que está tomando de la sociedad europea.

Esta Europa, envuelta en una crisis como al parecer no se conocía en el mundo moderno, sigue su deriva hacia la derecha, y no podría sorprenderme más. Hace unos días, el partido de Berlusconi se alió con Alianza Nacional -no Popular, sino “Nacional”, aunque el fondo es el mismo- es decir, la ultraderecha italiana se fusionó formando el partido neofascista más grande de Europa. ¡Qué orgulloso estaría Haider!. Además, estuve pensando en los nuevos focos antiabortistas que están surgiendo en uno de los países que más dinero dona a la Iglesia Católica, y sí, ese país es España. Ahora resulta que para Semana Santa no sólo tendremos que soportar el corte de calles, las aglomeraciones, o el fervor tradicional, sino que también tendremos que ver a múltiples cofradías portando lazos blancos contra la reforma del aborto. Al parecer además, este gobierno defiende a los linces y mata a niños rollizos de un año de vida, olé. A todo esto, hoy se ha publicado el nuevo libro que se utilizará para dar clases de Historia de España en Castellón -que Carlos Fabra supuestamente ha financiado con dinero público- y donde se ensalza el franquismo y el "Alzamiento Nacional". El PSOE está claramente sentenciado de cara a las próximas elecciones, y eso que en su viaje hacia el "centro" anti-crisis se pasó de estación y se encuentra desde hace tiempo en la parada de "centro-derecha con inversiones sociales que pretender ejemplarizar a no sé quién".

Lo que está claro es que algo falla en la izquierda europea, no sé si será la falta de liderazgo de los partidos, su incompetencia, problemas de idealismo social, o directamente es que nos hemos vuelto todos gilipollas. La izquierda es más rencorosa, eso es cierto, pero es que los votantes de derechas ya perdonan manifiesta corrupción o los coqueteos con el abaratamiento del despido. Era un momento clave en la historia, un “ahora o nunca”, y la izquierda al parecer ha decidido que sea “nunca”. La Europa de la Unión nos está uniendo en la indiferencia.