miércoles, 31 de diciembre de 2008

Feliz año nuevo...

...a quien pueda celebrarlo.

El País-EFE - 2008-12-27
El País-AP - 2008-12-27
El País-AP - 2008-12-27

El País-AFP - 2008-12-27

Los pueblos que oprimen, que conquistan, que ocupan, que matan, que siembran el terror, que son capaces de matar impunemente a 400 personas en 4 días, que derriban barcos llenos de medicinas, que destruyen caminos y túneles por donde huir de una guerra, que bombardean universidades, que bombardean ambulancias, hospitales y hogares... esos pueblos, jamás deberían descansar en paz ni ser reconocidos. I(SS)rael merece ser repudiado por la historia, por ser un pueblo que piensa haber sufrido lo suficiente como para hacer sufrir a los demás. El tiempo manipulará la realidad, y ni los Estados Unidos ni la ONU pasarán a la historia como cómplices de este genocidio. Periódicos como el ABC ya se están ocupando de ello (quien esté perdiendo el tiempo en leer sus artículos de opinión durante estos últimos días sabrá de lo que hablo, con excepción de un pequeño recuadro del 30-12-08 del gran Eduardo Galeano).

Yo estoy inmerso en el estudio de Hume, Berkeley, Locke, Reid, Kant, Descartes, Vico, Wundt, Condillac, Spinoza. Leibniz, Montaigne y un tremendo etcétera de filósofos, escritores y pensadores que pueblan la asignatura de Historia de la Psicología, de la cual me examino en menos de un mes; además, me estoy leyendo "Chamán" de Noah Gordon, que tiene unas 700 y pico páginas y voy por la 200, después tengo dos libros que me han regalado del grandísimo Saramago, uno de Erich Fromm, uno de Toole, uno de Bukowski, uno de García Márquez... y además no tengo vacaciones estos días. Todo esto significa que tardaré más tiempo del habitual en volver a actualizar, pero bueno, a las malas vuelvo en Febrero como muy tarde.

Pues nada amigos, salud y FELIZ AÑO 2009.

sábado, 27 de diciembre de 2008

"Proyecto uno, fase uno..."

"Suenan las campanas de la mañana, el despertador digital recita sus salmos a los desesperanzados. Cabizbajos, la ducha, la lucha. Cada mañana la vida era una predecible homilía.

Susana miraba la otra acera mientras esperaba el autobús, parecía que estaba detenida mientras el mundo giraba. Los coches pasaban a toda velocidad, las flores se abrían a la mañana para ser penetradas por la contaminación. Mientras, Susana sentía esos pinchazos en las piernas que caracterizaban su vida, su vida eran mil millones de malditos pinchazos por cada poro de su cuerpo.

¿Por qué? Maquiavelo era Susana, era Ángel, era Juan, era Sandra, y Lucía; Juan Miguel, Domingo, Ismael, Isabel o María. Los poros dolorosos de la normalidad relacionaban la naturaleza humana con la lucha por el poder político. La mezquindad exigiendo su innatismo, condicionando todos los despertadores digitales y todas las flores penetradas, condicionando a todas las Susanas.

El autobús llegó y se llevó consigo una brizna de justicia y una ráfaga de aire enrarecido carente de voluntad. Cada mañana ese autobús se llevaba un suspiro de cientos de personas por delante."

Texto: Propio.
Imagen: Mónica Patxot (exposición "Arte y Psicosis", del Hospital Psiquiátrico de Ciempozuelos -Madrid), diario Público.
Imagen final: El Roto, diario El País. (elroto@inicia.es)


lunes, 15 de diciembre de 2008

"Todo hombre sabe en el fondo de su corazón que nada merece la pena ser hecho..."

Me ha costado más de lo debido acabar el libro “El hombre que era Jueves” de G. K. Chesterton. Mi afán por saber de la vida del autor me llevó a descubrir su marcado catolicismo, que le llevó a fundar el distribucionismo, ideología que pretende regular la justicia social según el mandato de la Iglesia Católica y los bienes productivos según la unidad en cooperativas, y que sinceramente, me han sumido en un asco supremo contra el autor.

El libro relata la historia de Syme, un agente de la policía que se infiltra en un supuesto grupo anarquista que quiere destruir el mundo conocido. Una historia bastante larga e insólita por momentos, que desde luego no dejará a nadie indiferente, sobretodo por el final. Sí que me ha gustado el libro, me parece una historia original, con un final extrañísimo, con menos fondo y doble sentido del que quiere aparentar, con un lenguaje algo extinto, pero que puede llegar a ser entretenido si te introduces en el juego de los giros argumentales y le echas imaginación.

Con todo esto, ahora los antifascistas griegos se han revelado contra su gobierno, ha hecho falta la muerte de un chico de 15 años de un tiro en la cabeza a manos de un policía. Dicen los expertos que esos alocados jóvenes son unos violentos que aprovechan cualquier excusa para destruir todo allá donde van, que no recuerdan el motivo por el que empezaron los disturbios, que no luchan contra nada en concreto… Yo a esto le veo hasta cierto encanto, a veces es bueno que los gobiernos recuerden que el poder del pueblo debe ser el poder supremo. Lo curioso es que una persona que destroza una sucursal bancaria o un cajero, puede llegar a ir hasta 3 años a la cárcel, dato aparentemente normal, puesto que cualquier tipo de violencia, sencillamente, sobra, y además se descalifica por sí misma.

Lo que no entra dentro de la lógica, es que ese banco al que pertenece la sucursal pueda ser cómplice de la crisis económica sub-mundial (puesto que donde más afecta realmente es al sub-mundo de la gente llana). Sí, esa crisis por la que no va a pagar absolutamente nadie, que está acabando con los fondos públicos que seguro que en cierta medida también han pagado los antisistema, de la que los grandes banqueros se siguen lucrando y de la cual, la sociedad sale cada vez más perjudicada. En resumen, los que rompen los cristales de los que roban, van a la cárcel, los que roban y empobrecen al sub-mundo, reciben dinero público, ¡Ah! ¿Y el policía que le metió el tiro en la cabeza al niño? Todos lo sabemos: pasará menos tiempo en prisión que alguno de los violentos “nihilistas” griegos.

Aún recuerdo los libros que leía cuando era pequeño, había un ladrón que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. La historia ha cambiado, ahora se roba a los pobres para dárselo a los ladrones, y ante nuestras narices. La crisis es otro negocio, es la manera que tienen los gobiernos de robar impuestos y repartírselos.

Por cierto, he recibido algún regalo en el trabajo, entre ellos el libro de Noah Gordon, “Chaman”. Da gusto saber que contra el frío, el viento, las mareas, las críticas, o las falsas acusaciones, no estoy haciendo mi trabajo tan mal como se supone, cosa que yo ya sabía. Así que sí, aquí sigo. El Corte Inglés nos desea a todos Feliz Navidad.