miércoles, 22 de octubre de 2008

"¿Qué puede faltar al que está exento de todo deseo?"...

Bueno, esta entrada de blog es un poco especial -y desesperada- ya que mi poquísimo tiempo libre de este mes de Octubre está estancando mi afición literaria -pena.

Empecé leyendo la obra recomendada por el periodista Arturo González, "Los libros que nunca he escrito" de George Steiner, pero fui incapaz de pasar del segundo capitulo. ¡Uf! Lo siento señor Steiner, no me interesan sus historias inconexas frustradas.

Debido a mi reciente matriculación en la Licenciatura de Psicología, tengo que leer varios textos obligatorios sobre Historia Antigua. En concreto, he empezando con una corta lectura llamada "Sobre la felicidad" de Séneca, donde este filósofo/abogado/educador nos introduce en el pensamiento estoico: nos enseña su visión sobre la imperturbabilidad ante la vida, la felicidad, el autocontrol, etc. Todo ello rodeado el con el mensaje moral que intentó transmitir ante las críticas que sufrió por los lujos con los que vivía y que, condenado a la pena capital, le llevaron a suicidarse cortándose las venas.

Pues nada, os dejo una imagen del cuadro de Rubens "La muerte de Séneca", ya que en este caso, no puedo poneros ninguna portada. Paciencia con mis actualizaciones futuras, tengo un futuro que se actualiza demasiado rápido -en algunos casos, a mi pesar.

miércoles, 1 de octubre de 2008

"No estaba tal vez seguro de lo que me interesaba realmente, pero estaba absolutamente seguro de lo que no me interesaba"...

La verdad es que no tengo claro si tengo algo que decir sobre "El extranjero", del francés Albert Camus.

Tanto el libro como el personaje Meursault, me han producido cierta indiferencia, que es curiosamente el tema principal de la obra: el absurdo, la indiferencia y la pasividad ante la vida y el entorno.

Ni he llegado a enfatizar con la historia ni con el personaje en demasía. Por otra parte creo que lo que me ha interesado de esta corta novela de Camus, ha sido el mensaje de apatía frente a la moral que condena a los hombres y esa sensación de abstraerse al propio destino haciéndonos sentir como extranjeros de nuestra propia vida.

Una novela que, aún estando llena de mensaje, nunca llega a rebosarlo; que no parece asumir la importancia que el propio Camus ha tenido como escritor, y a la que hay que agradecer su brevedad.

Voy a mi ritmo, tengo mucho que leer, el Fanfest, los papeles de la bolsa del SESCAM, el comienzo del curso de Psicología, el trabajo, mis dolores de cuello y cabeza, mi espacio de ocio propio, y demás menesteres. Si veo que tardo mucho en leer el siguiente libro, el próximo texto subo algo sobre algún libro viejo o algún texto propio si me atrevo. (risas)