sábado, 18 de julio de 2009

"Ya me imagino los horrores de la película, su alarde de vulgaridad frente a la teología y la geometría, frente al gusto y la decencia..."

Puedo decir desde ahora mismo que "La conjura de los necios" es uno de los mejores libros que he leído en mi vida, y que Ignatius J. Really es uno de los personajes más míticos e inolvidables que creo que encontraré en una novela.

El libro es sencillamente fantástico. Destaca muy por encima al ya nombrado protagonista, Ignatius, un ser totalmente asocial, huraño, con una visión muy particular del mundo -visión que se encierra dentro de su cerebro ideológicamente medieval-, asexual, traumatizado en muchísimos aspectos, ilustrado, hipocondríaco, obeso, acosador, obsesivo, comedor de salchichas, Dr. Nut's y pastitas, portador de un sable y una gorra verde de caza, contrario al trabajo y acérrimo cristiano. Un personaje único, original e irrepetible.

Toda la trama, toda la historia de este adulto de mediana edad de Nueva Orleans, se centra en el destino de los personajes que por una u otra circunstacia, rodean al señor Really: un viejo fascista, una prostituta nazi, una madre débil, un policía mediocre, un negro obligado a vivir como un esclavo, un homosexual amante de las fiestas, el matrimonio del dueño de una fábrica, y varios "extras" más. Sus vidas cambiarán al cruzarse con este extraño personaje, que a su vez mantiene una encarnizada relación amor-odio con una chica por correo a la que conoció en la universidad.

Según wikipedia, el título del libro viene de la siguiente cita de Jonathan Swift: "Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él". Sobre el escritor, John Kennedy Toole, sólo puedo decir que se suicidó ante la negativa de las editoriales a publicarle el libro. Irónicamente, el libro se publicó de manera póstuma y además recibió el premio Pulitzer en 1981.

Si algún seguidor de este blog tiene la oportunidad -si es que este blog tiene algún seguidor-, ruego encarecidamente que lea el libro. Las reflexiones de Ignatius J. Really son únicas en todos los aspectos y no las encontrará en ningún otro libro, además, pasará ratos inolvidables a lo largo de estas 365 páginas, se lo aseguro.

viernes, 3 de julio de 2009

"...no necesitamos que Dios sea bueno, le dije, lo único que le pedimos es que no nos olvide nunca"...

“Tierras de poniente” fue la primera novela del que a la postre sería Premio Nobel, J. M. Coetzee.

La obra se divide en dos historias diferenciadas, la primera de ellas habla de un hombre que enloquece tras escribir un informe sobre cómo introducir propaganda occidental en Vietnam. El personaje, se ve mermado de manera claramente paranoica por las fotografías que tomó durante la guerra, la presión a la que le somete su jefe por la manera en la que debe escribir el informe, y la sensación de inseguridad y encadenamiento a su matrimonio.

La segunda parte se desarrolla en la época colonial y trata la historia de un cazador de elefantes que viaja a un poblado indígena para intercambiar víveres por marfil. La perspectiva racista del hombre blanco chocará con las tradiciones de los africanos, que librarán una guerra sobre el valor de la vida y la esclavitud como fondo de telón.

Es un buen libro, no hay motivos para no recomendarlo, aunque no entiendo el motivo de tanto epílogo, al final la estructura se torna algo liosa, si bien sería más culpa de la editorial que del escritor, ya que no creo que ni la división de las historias ni la estructura general esté demasiado explicada. En ambas historias me sucedió lo mismo: comienzo prometedor, el transcurrir del libro se pone algo cuesta-arriba, y finalmente todo acaba con un final correcto. Pues eso, todo correcto.