viernes, 3 de julio de 2009

"...no necesitamos que Dios sea bueno, le dije, lo único que le pedimos es que no nos olvide nunca"...

“Tierras de poniente” fue la primera novela del que a la postre sería Premio Nobel, J. M. Coetzee.

La obra se divide en dos historias diferenciadas, la primera de ellas habla de un hombre que enloquece tras escribir un informe sobre cómo introducir propaganda occidental en Vietnam. El personaje, se ve mermado de manera claramente paranoica por las fotografías que tomó durante la guerra, la presión a la que le somete su jefe por la manera en la que debe escribir el informe, y la sensación de inseguridad y encadenamiento a su matrimonio.

La segunda parte se desarrolla en la época colonial y trata la historia de un cazador de elefantes que viaja a un poblado indígena para intercambiar víveres por marfil. La perspectiva racista del hombre blanco chocará con las tradiciones de los africanos, que librarán una guerra sobre el valor de la vida y la esclavitud como fondo de telón.

Es un buen libro, no hay motivos para no recomendarlo, aunque no entiendo el motivo de tanto epílogo, al final la estructura se torna algo liosa, si bien sería más culpa de la editorial que del escritor, ya que no creo que ni la división de las historias ni la estructura general esté demasiado explicada. En ambas historias me sucedió lo mismo: comienzo prometedor, el transcurrir del libro se pone algo cuesta-arriba, y finalmente todo acaba con un final correcto. Pues eso, todo correcto.

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